El destino se cumplió.

Ayer el partido fue espectacular, muy reñido y apasionado. Los jugadores sudaron sangre en el campo. Pues como les decía en el blog anterior, fui al juego de los venados de Mazatlán, popular equipo de beisbol del puerto. Y justamente ayer ganaron 4 a 1 contra los algodoneros de guasave, espero poder asistir a los partidos de la final y claro, agarrar cura.

Después de esta introducción muy deportiva y poco informativa, además que no soy muy aficionado al base ni mucho menos a los deportes. Ni los practico y ni los veo, pero pues al ser cuestión de agarrar cura y gritar pendejadas a otras personas, me parece formidable esta idea de desahogo emocional. Justamente lo mismo de lo que platicaba ayer.
Hay muchas formas de quitar ese estrés adquirido por el trabajo o por la vida rutinaria. No se puede decir que me desahogué del todo, pero fue emocionante muy relajante.
Como mentarle la madre a los jugadores contrarios, al ampáyer y a la gente y hasta a los humildes trabajadores de la cervecería.

Espero volver a repetir esta actividad de degradación clasista y humillación de la integridad personal. Apodos y sobrenombres muy alusivos a personas de la farándula y Gestoso como el miguel Galván o el pitufo. Fácil decirle a personas completamente desconocidas y ajenas a ti, gritarles pendejadas, sin saber el esta social, económico o familiar. En el beisbol no hay razas ni credos. Toda la gente es igual.
Las personas se pueden sentir soberbios y hasta casi artistas, entre mas grado etílico tengas en la sangre y más pendejadas digas, eres el centro de atracción allí.
Si eres mujer, entre mas wapa estés y mejor bailes y te dejes tocar…pues ustedes saben, son las que se llevan la noche.
Así que invito a la gente en participar en este tipo de eventos. Vengan y ofendan a extraños y conocidos, siéntanse superiores por unos momentos y crean que no tienen defectos. Háganse llamar seudoaficionados.