CRUDA

YA NOS HA PASADO

La inconsciencia llega a su límite, no se recuerda ni así mismo. Un día de incierto molestar que en su cabeza hace pensar, ¿cómo he llegado aquí?.
Mientras mas y mas se preguntaba, al unísono estruendo de relámpagos y centellas cree recordar donde está.

Un mal sueño de seguro, pues abre sus ojos y ve que está en su cama. Acostado sobre las sabanas sucias, y su mismo y sucio colchón viejo y oloroso.

Sus ojos nublados por el resplandeciente sol, sus oídos aturdidos por el escandaloso cantar de las aves, y su estomago como campo de batalla de una guerra sangrienta sin cuartel comandada por su intestino. LA CRUDA, ese malestar que hace ver al pobre hombre como vago sin fronteras, y en su inmensa soledad reseca de alcohol solo piensa en salir de su estado pos-briaguez.

Que he hecho!. Dice en su mente, solo pruebo un instante de placer contenida en una copa llena de sudor de dios. En mi mundo vago y lleno de placer material, el vino es mi única solución.

Que he hecho? No me acuerdo de quien soy, y mi mente gira sin control…solo por instantes se acuerda de una botella que en su interior guardaba celosamente agua destilada de caña, y en sus profundas cuencas un rio de placer desbordándose sobre su copa como manantial que goza el moro al llegar a un oasis en medio del desierto cálido y seco.

Mira a su lado derecho, y sobre la repisa vieja y carcomida, una botella solitaria yace en agonía. Herida por el constante martillar de labios resecos, la botella parece gritar auxilio y pedir piedad por aquel hombre despiadado que le ha quitado el aliento.

No lo vuelvo hacer… arrepentido el hombre frente a la botella jura no desgastar sus fuerzas en la lucha diaria contra su voluntad, se rehúsa a probar de nuevo el extasíante sabor a caña destilada y alcohol.

Frente a él erguida la botella vacía, jura ante dios no volver a probar de nuevo su delicioso sabor.

Con su último aliento levanto hasta el cielo ese cristalino objeto, y le quita la vida exprimiendo la última gota que en ella contenía, y brindando por ella que era la última botella que el bebía.